Voz y habla
He estado leyendo a la Dra. Li Ping y escuchando sus
espléndidas clases en YouTube, pienso que es
importante acercarla a ustedes por la calidad y claridad de sus conceptos.
Ella escribió:
Tanto los sonidos como el olor que emitimos revelan en buena
medida lo que ocurre dentro de nuestro cuerpo.
En consulta, por tanto, deberemos estar atentos tanto al modo
de hablar y respirar del paciente como a los sonidos que puedan provenir del
interior de su organismo o al olor que desprenda.
En cuanto a los sonidos, son varios los aspectos en que
podemos reparar: desde su intensidad, claridad o velocidad hasta si vienen
acompañados de algún tipo de secreción.
En general, sin embargo, partiremos de dos rasgos básicos:
los sonidos fuertes son señal de un trastorno o un estado de
plenitud, y los débiles, de vacío.
En esta parte dedicada a la auscultación nos centraremos en
las siguientes fuentes de sonidos: la voz y el modo de hablar del
paciente, su respiración, la presencia de tos y el tipo concreto de
tos que manifiesta, y la existencia de sonidos ligados al aparato
digestivo— hipos, eructos y borborigmos.
Una vez más, sólo nos detendremos en ciertos sonidos que
pueden servirnos para un diagnóstico general del paciente.
La potencia de la voz nos es de utilidad para saber si el
paciente sufre una patología de origen interno o externo, y revela
especialmente el estado del Pulmón.
En cuanto al habla, ésta nos indica por lo general el estado
del Shen y del Corazón, que como sabemos, está estrechamente ligado a la
lengua.
Una voz clara y potente indica por lo general un buen estado
del Zong Qi.
Un tono de voz inusualmente fuerte, sin embargo, puede
también manifestar una patología de tipo plenitud.
Las enfermedades de vacío, en cambio, suelen caracterizarse
por la poca potencia de voz.
En consulta, por lo general nos encontraremos con las
siguientes alteraciones patológicas en la voz:
• Voz muy alta:
pensaremos que es patológica si viene acompañada por un exceso de
locuacidad y un habla rápida y nerviosa; en tal caso indica un trastorno de calor-plenitud.
• Voz baja: si
se acompaña de lentitud en el habla y de pocas ganas de hablar,
habrá un trastorno de frío-vacío.
• Afonía: en este caso
nos fijaremos en si es crónica o bien de aparición brusca.
La primera corresponde a un vacío de Yin de Pulmón y
Riñón—la garganta tenderá por tanto a estar seca—, y la segunda a un
cuadro de plenitud por la presencia de energía perversa.
Las alteraciones en el habla revelan en general un trastorno
del Corazón y del Shen.
Por lo general, las personas que hablen atropelladamente
sufrirán de un trastorno de plenitud, y las que hablen lentamente
padecerán algún trastorno de vacío.
La tendencia de una persona a hablar sola puede también
indicar un estado de plenitud o de vacío.
Las personas que a veces podemos encontrar hablando solas
por la calle, con un discurso claramente articulado aunque pueda ser difícil
hallarle sentido, suelen sufrir de alteraciones psíquicas calmadas o
agitadas, en función de la fuerza con que hablen.
Esto no debe confundirse, sin embargo, con los breves
monólogos que algunas personas mantienen a veces cuando están solas, en casa
por ejemplo.
En este caso, hay simplemente un ligero vacío de Qi del
Corazón.
Todos los fenómenos del cuerpo humano y del universo entero
son una
manifestación del Qi.
El Qi es el impulso, la fuerza que todo lo crea y
transforma, y a la vez es aquello que da forma y sustancia a cuanto
existe.
A menudo nos encontraremos con expresiones como «Qi de
Pulmón», «Qi de Bazo» o «Qi de Estómago».
En tales casos, la palabra «Qi» designa estrictamente al
conjunto de funciones que esos órganos desempeñan, no la cantidad de Qi que
puedan contener.
Expresiones como «vacío de Qi de Pulmón» o «vacío de Qi de
Corazón», por tanto, no deben
hacernos pensar en estos órganos como depósitos de Qi que se hayan quedado
vacíos.
Un vacío de Qi de un órgano indica simplemente que tal
órgano no realiza sus funciones
como lo haría si estuviera sano.
Li
Ping.